A punto de finalizar el año, los inversores empiezan a pensar en cuáles serán los productos en los que apostarán para el 2015 después de vivir un 2014 donde la volatilidad de los mercados ha sido una constante.
Entre los distintos tipos de inversión, hoy se compara el Asset Managment Versus Wealth Management.
Mientras que si se habla de wealth management lo hacemos de la gestión patrimonial, donde particulares y tradicionalmente familias adineradas acaban contratando a especialistas que gestionen, planifiquen y asesoren financieramente sus cuentas para crear riqueza, en el caso de asset management hablamos de activos.
Entre estos activos se encuentran acciones, bonos o valores, pero teniendo muy en cuenta en todo momento cuáles son los términos de esa inversión ya que, en el caso por ejemplo de particulares, son los fondos de inversión o cotizados los más comunes para quien se decantan por este sistema de gestión de cartera.
Normalmente en el caso de asset management hablamos más de compañías que parten con sus valores activos, siendo en el caso del particular también a través de sus ahorros, y que buscan una rentabilidad que debe ser gestionada por los profesionales a través en casi todos los casos de inversiones tradicionales.
Sin duda, si comparamos, la ventaja del wealth management se basa en ofrecer una serie de servicios que complementan la simple inversión ya que se trata de un asesoramiento en términos contables, fiscales y legales. Esta es la base principal de este tipo de inversión, unos servicios más integrales de la cartera de inversión y gestión.
Depende mucho del usuario que se decante por una u otra opción. Si buscas rentabilidad a corto plazo en inversiones más tradicionales, deberás optar con asset management, mientras que si tu espíritu es más arriesgado y te atreves con inversiones más marcadas por las fluctuaciones de mercado, lo tuyo debería de ser el wealth management.
Si hablamos de lo que ha sucedido durante todo este año, la verdad es que no ha habido tantas diferencias finales a la hora de buscar los resultados de los fondos de inversión o las rentabilidades en mercado ya que los cambios de política económica que han ido teniendo lugar en los distintos escenarios internacionales o los cambios sociales y políticos que han marcado buena parte del mundo han hecho que los mercados hayan seguido un claro sentido cambiante sin definir del todo cuál era la mejor inversión.